Manifestación y Encierro en la Universidad de Murcia
Convocan: Asamblea de Estudiantes de Murcia por la Educación Pública, y Coordinadora de Estudiantes de Murcia.
Manifestación en Murcia:
Miércoles 7 de Mayo, a las 11 horas. Salida en el parque Floridablanca hasta el campus de la Merced.
Encierro en la Universidad de Murcia:
Al término de la manifestación, los estudiantes nos encerraremos en el aulario Giner de los Ríos, del Campus de Espinardo, aprovechando las III Jornadas sobre el espacio europeo de Educación Superior a las que asistirán el Rector Jose Antonio Cobacho y el Consejero de Educación de la Región de Murcia, por los siguientes objetivos:
– Como medida de presión contra la unilateralidad con la que se está imponiendo Bolonia.
– Como medio de puesta en común y elaboración colectiva de un discurso y un modelo universitario alternativo al que supone este proceso.
Las organizaciones convocantes os emplazan a que nos acompañéis a todos nuestros actos, ante la importancia y gravedad del tema.
MANIFIESTO:
Manifiesto de los estudiantes de la Región de Murcia en defensa de la Educación Pública.
La educación sufre una ofensiva mercantilizadora materializada en la mal llamada convergencia europea o proceso de Bolonia. Detrás de supuestas buenas intenciones, como la consecución de la movilidad estudiantil o la actualización de los métodos de enseñanza, se esconde el intento de rentabilizar los servicios públicos empezando por uno tan estratégico como la enseñanza.
Esto no es nuevo, aunque nunca lo habíamos visto con tal virulencia. Ya en el tratado constitucional europeo sustituían el término de “servicio público” por “sector económico de interés general”. Es un cambio de paradigma, de la consideración de lo público como un derecho que repercute en el bienestar general, a la consideración de lo público como algo a extinguir ya que no genera beneficio económico particular.
En el caso de la enseñanza, la confrontación de los dos modelos se hace más siniestra si cabe. En el modelo de universidad que preconiza “Bolonia”, sólo estudiarán los que superen unos filtros sociales sangrantes, y el que lo haga encontrará un lugar en el que, al estar todo orientado a la consecución del beneficio privado, no hay cabida para la formación humanística, crítica y libre. Así, la presión de la empresa privada sobre la universidad -que tendrá que venderse al mejor postor para financiarse- hará de los catálogos académicos algo flexible y precario, preparando a los “alumnos-cliente” a los puestos de trabajo en esas mismas empresas, que también serán flexibles y precarios. Carreras que no salen rentables en una universidad así, que no busca generar pensamiento y pensadores sino meras piezas de recambio, como las Humanidades, desaparecerán o se degradarán hasta ser irreconocibles.
Un proceso así sólo puede hacerse al margen del estudiantado, el gran perjudicado desde el primer momento, aunque otros sectores, como becarios, personal docente y “de servicios”, también vayan a ver cómo sus condiciones de estudio y trabajo se degradan rápidamente.
La desinformación total e intencionada sólo se ha visto rota, breve e intermitentemente, por medias verdades, mentiras totales y frases vacías y edulcoradas. Comisiones de grado con pies y manos atadas, jornadas de debate en las que lo único que se debatía era quién adulaba más a Bolonia y sus ejecutores, conferencias de representantes de alumnos de las que nadie sabe nada; esos han sido los espacios democráticos de la implantación de Bolonia.
En cambio, el proceso sí ha constado con la participación entusiasmado del empresariado, su mayor valedor y real promotor; colaborando más de novecientos empresarios en el proyecto Tuning que debe fijar los resultados del aprendizaje universitario; no sólo en áreas específicas de cada titulación, también en genéricas, como pueden ser las capacidades de comunicación y de liderazgo…
Elitización, precariedad, mercantilización…Esas son las verdaderas líneas maestras de esta convergencia europea, las estamos viendo en los cursos piloto que en nuestra Universidad se afanan en crear ante la precipitada fecha de 2010 como fin del proceso. Una universidad pública que también sufre la competencia desleal de la UCAM, universidad privada y confesional, privilegiada continuamente por el gobierno regional.
Un gobierno que se esfuerza en ser discípulo aventajado en la aplicación del modelo de educación del que es parte Bolonia, en la aplicación de la receta neoliberal para la enseñanza: progresiva preponderancia de las partidas presupuestarias para la educación privada y concertada; abandono de los centros públicos hasta no ser más que una minoría de carácter asistencial; liberación de suelo público y cesión a empresas privadas, las más de las veces eclesiásticas, para la creación de los centros educativos que se van necesitando, etc
Una receta que los gobiernos nacionales, de los dos signos políticos, han aplicado con igual celo.
Ante todo esto exigimos al Rector José Antonio Cobacho que se posicione pública y claramente ante el proceso de Bolonia y que, mediante la realización de un referéndum, los estudiantes también podamos hacerlo. Creemos imprescindible la apertura de un proceso de debate que implique a toda la comunidad universitaria y que acabe con la imposición unilateral que ha dominado hasta ahora.
Nuestras reivindicaciones concretas son:
- No a las becas-préstamo. Sí a unas becas-salario.
- No a la subida de tasas. Sí a la congelación y progresiva desaparición de las tasas.
- No al máster profesional. Sí a una preparación real y específica para la empleabilidad.
- No a la financiación universitaria autónoma del Estado. Sí a la financiación pública.
- No al ECTS. Sí a un crédito europeo que no suponga la profesionalización del estudiante ni el pago por su propio trabajo.
- No a la degradación de la formación en el grado. Sí al tercero de bachiller en el instituto, a la enseñanza específica y de calidad, y a la eliminación de las prácticas no remuneradas.
- No a la elitización del postgrado. Sí a la accesibilidad: plazas para todos y precios razonables.
Estás reivindicaciones mínimas se ampliarán y desarrollarán por los estudiantes en los cauces que nosotros mismos hemos creado como las asambleas de facultad y allí donde la escasa representación estudiantil en las instituciones universitarias lo permitan.
Por la Educación Pública; STOP BOLONIA.